Además de los rescates públicos existen ‘secuestros’ del dinero privado por parte de las entidades bancarias, que actualmente retienen alrededor de 30.000 millones de euros de casi un millón de familias en España, procedentes de las participaciones preferentes, producto con el cual la Banca ha creado un auténtico corralito financiero en nuestro país.
Recientemente el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en Consejo de Ministros una nueva reforma del sistema financiero en la que se establecen saneamientos adicionales de las entidades bancarias por valor de 50.000 millones de euros a través de nuevas provisiones y colchones de capital, junto a un aumento de la dotación patrimonial del FROB –a cargo de los Presupuestos Generales del Estado- de otros 15.000 millones de euros. En global la cifra destinada a los rescates bancarios ya supera el 8% del PIB español
Por supuesto, en la reforma del sector planteada por de Guindos no hay ni rastro de las cláusulas abusivas –como la del suelo- que continúa imponiendo la Banca en los contratos hipotecarios, ni de los productos tóxicos –como las participaciones preferentes- comercializados masivamente, ni del desvergonzado aumento de las comisiones bancarias, que se encarecieron en 2011 hasta un 25%. Una vez más los políticos le dan la mano a la Banca mientras se la niegan a los consumidores.
Ningún otro país del entorno comunitario ha diseñado un proceso de saneamiento de los activos tóxicos del sistema financiero semejante. Pero en España las fuerzas políticas, como lamentablemente comprobamos, siguen empeñadas en ayudar a salir de la crisis a las entidades financieras mientras ningunean a los consumidores.
Desde ADICAE denunciamos el uso abusivo de dinero público para acudir al rescate de entidades, que por su mala gestión o por una asunción desmedida de riesgos se están viendo abocadas a la quiebra o a la intervención y ayuda estatal para poder sobrevivir. No se puede pedir a los ciudadanos, en aras a la estabilidad del sistema financiero, que acudan a salvar a entidades arruinadas por una gestión ineficaz, al mismo tiempo que se le imponen a todos los consumidores esfuerzos adicionales y pérdida de servicios públicos.
Además es preciso denunciar que, junto a los rescates bancarios con dinero público, existe un ‘secuestro’ por parte de la Banca de los ahorros procedentes de gran parte de la ciudadanía. Se trata de los afectados por participaciones preferentes, un producto que, vendido como un depósito a plazo fijo fácilmente recuperable es, en realidad, un producto financiero complejo, a perpetuidad y que el banco debe ‘vender’ en el mercado secundario –AIAF- para que el consumidor pueda recuperar lo invertido. Actualmente la Banca se escuda en que no encuentra compradores para las participaciones preferentes y, con esa actitud, consigue retener alrededor de 30.000 millones de euros procedente del ahorro de un millón de familias en nuestro país.
Las cajas de ahorros, en peligro de extinción
De las 45 cajas de ahorros existentes antes de la reestructuración del sistema financiero, actualmente sólo quedan 15. Además las entidades fusionadas han reducido sus plantillas en un 16’9% de media, mientras que su red de oficinas ha mermado en un 17’2%. Una reducción de gastos que, sin embargo, no ha repercutido positivamente en los consumidores. Al contrario, las cajas de ahorros avanzan hacia un modelo cada vez más caro y elitista, con el desproporcionado aumento de las comisiones bancarias de hasta un 60% desde 2007.
Es absolutamente inadmisible que la ciudadanía continúe pagando por los desmanes de la Banca, una de las principales causantes de la crisis. El Banco de España, supuesto supervisor del sistema bancario español, debería determinar responsabilidades para los directivos que han llevado a estas cajas de ahorros a tan delicada situación económica. La ciudadanía no quiere, ni debe, seguir pagando los desmanes de la Banca.
Por ello, desde ADICAE animamos a la ciudadanía a unirse a los actos reivindicativos que se realizarán en toda España este viernes. Porque el Gobierno rescata a los ciudadanos con el dinero de todos y la Banca lo emplea para seguir abusando de los consumidores.