No sólo hay réplicas del 15M en Francia. Hace unos meses, los estudiantes ingleses ya salieron a la calle para protestar por la ABUSIVA política educativa. No es desde luego la primera vez. La decisión de mercantilizar la enseñanza ha sido una constante en los programas de gobierno desde los años 80 y ha favorecido el negocio de la banca.
La decisión del premier Cameron de no conceder becas sino préstamos ha hecho endeudarse a muchos estudiantes. Tras su nombramiento como primer ministro, las tasas universitarias se han triplicado en cinco años y pedir un crédito se ha convertido en la única opción para muchos estudiantes universitarios. El argumento para justificar esto fue el elevado coste que supone para las arcas públicas invertir en enseñanza. Es una demostración más del poder de la banca y de la raíz de muchas protestas actuales, sobre todo de uno de los colectivos más desprotegidos, los jóvenes.
Los activos del sector financiero representaban en el Reino Unido en 2012 más del 1000% del PIB. Sólo sus tres mayores bancos (HSBC, Barclays y RBS) cuentan con activos que alcanzan el 350% de su producto interior bruto. Dictar la política, pagar menos impuestos, recortar derechos, endeudar y recaudar.
Esta política de “créditos por becas” encuentra su ejemplo paradigmático en Estados Unidos, donde el coste de estudiar ha aumentado en más de un 140% desde los años ochenta. Hoy un 70% de los estudiantes, en torno a cuarenta millones, se encuentra endeudado cuando concluye sus estudios universitarios, con una deuda pendiente con el banco en torno a los 30.000 dólares. Es fácil imaginar que esta situación constituye un negocio suculento para los bancos, pero condiciona las decisiones de vida de estas personas jóvenes, que siguen dependiendo de sus familias o se ven obligadas a abandonar los estudios.
En España el sistema educativo se encamina a pasos hacia idéntica situación de bancarización. En su informe “Datos y Cifras del curso 2015-2016″, el Ministerio de Cultura reconoce que entre los cursos 2011-2012 y 2014-2015 las partidas para becas sufrieron una reducción de 208 millones de euros. Como consecuencia, según un estudio publicado el año pasado, España se ha convertido en el sexto país europeo donde los precios máximos de los estudios universitarios son más caros.
Esta disminución de las becas y el incremento de las tasas ha provocado que el número de estudiantes que renuncian a iniciar estudios universitarios o deciden abandonarlos por carecer de recursos, se haya disparado. Estudiar se convertirá, si no se pone freno, en un lujo inalcanzable para la mayoría, y en un negocio para la banca.
Hace un par de años ya comenzaron las protestas de estudiantes en nuestro país por el llamado Préstamo Renta Universidad, una línea de financiación suscrita entre el Estado, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y las entidades bancarias que comercializan estos préstamos para cursar másteres y doctorados entre 2007 y 2010. En los años posteriores, los bancos endurecieron sus condiciones de devolución (con tipos que pasaron del 0% al 3%, además de intereses de demora abusivos) sin informar, lo que hizo prácticamente impagables estos préstamos para los alumnos.
(ladillo) Toda una vida endeudados.
Los jóvenes, sean o no estudiantes, van a tener que contratar en su gran mayoría un préstamo hipotecario con una entidad de cérdito si desean acceder a una vivienda, manteniendo así el endeudamiento de por vida y sujetos a las condiciones y abusos que impone la banca. El mensajes coreado en las plazas por el 15M “no somos mercancía en manos de políticos y banqueros” es más real que nunca para los jóvenes.